miércoles, 7 de marzo de 2012

EVOLUCIÓN Y FILOGENIA DE ARTROPODOS


Aquí resumiremos la gran cantidad de avances en el conocimiento de estos animales que no aparecen en los libros de texto usados en las universidades iberoamericanas, textos que lamentablemente suelen ser desactualizadas traducciones de desactualizados libros en inglés. Seguimos básicamente la estructura y material de presentaciones que hicimos en la Universidad de Leicester y que fueron publicadas por la Sociedad Linneana de Londres (Hou & Bergstrüin. 1995; Monge-Nájera, 1995 b), pero actualizando lo que cabe con información de un estudio que tenemos en proceso de desarrollo, dando en ello prioridad a los lectores del Boletín S.E.A. Información frecuentemente actualizada aparece en Tropiweb  (www.ots.ac.cr)Los onicóforos reciben en los textos el nombre de “gusanos aterciopelados” (traducción de ve/ver worms) y en la vida real el de gusanos o babosas. Los campesinos costarricenses conocen estas “babosas con patas” que aún sobreviven en los cafetales (Monge-Nájera, 1996 a) y los matan siempre que surge la oportunidad, lo cual es casi nunca pues son animales extremadamente escasos. Conocemos cerca de 130 especies agrupadas en dos familias, la “sureña” Peripatopsidae (Chile, África del Sur y Australasia) y la tropical Peripalidae. Viven en lugares húmedos y oscuros, principalmente bajo hojarasca. Dentro de microcavernas del suelo y bajo piedras, troncos podridos y bromelias, a menudo a pocos metros de algún cauce de agua. Se alimentan de pequeños invertebrados que capturan mediante una extraordinaria secreción gomosa que sale a presión de la parte cefálica y que sirve también para defenderse de sus depredadores invertebrados y vertebrados, que incluyen reptiles, aves y serpientes (Monge-Nájera et al., 1993). Los onicóforos arborícolas fueron descubiertos en 1911 por el biólogo costarricense Clodomiro Picado, quien publicó el hallazgo en una revista parisina. En la oscuridad de la noche, la presa del onicóforo solamente siente la caída de una especie de lluvia, que instantáneamente se convierte en una red pegajosa que la inmoviliza. El onicóforo abre una herida en su víctima, libera sustancias digestivas y finalmente bebe las entrañas licuadas.
Los onicóforos primitivos estuvieron cercanamente emparentados con los gusanos poliquetos, todavía tan comunes en el mar. Nuestro argumento es simple: un onicóforo es fundamentalmente un poliqueto con patas más duras y móviles que el resto de los poliquetos; solo requiere mayor quitinización para producir el prototipo de un miriápodo terrestre (bu & Bergstróm, 1995; Monge-Nájera, 1995 b).

BIBLIOGRAFÍA:http://www.tropinature.com/cvitjmn/publications/artcient/evol/500%20a%C3%B1os.pdf

1 comentario:

  1. Es necesario redactar en tercera persona, se supone que es un resumen de lo que usted entendio del articulo consultado.
    Falto describir mas sobre su biología.

    ResponderEliminar